El viaje de retorno de Lima fue tranquilo, un domingo más relajado de lo acostumbrado, la gente salía a pasear por la tarde con su familia. En el Urbanito de regreso había un ambiente cordial, gracias a la amabilidad del chofer.
En el bus problemas con los operativos del ministerio de transporte, hizo que la frecuencia de estos sea irregular por lo que habia problemas para las salidas de estos, además de un inoportuno borrachito, que hizo el viaje un poco aburrido e imposible a la novata cobradora del bus.
En el retorno tomas de gente en combi, y en paraderos por la av canadá, además una vista de partidos de fulbito al paso
1 comentarios:
La llorona estaba afónica y no podía salir esa noche. Llamó a su hermana y le pidió que la reemplazara. La hermana, que era medio tonta, aceptó. Esa noche, esta gritó: ¡Mis sobrinos, mis sobrinos!
Tará!
Un verso, no sabía que habías cambiado de blog, y el otro?
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