Los comentarios de Tony Blair de esta semana sobre viajar en avión y su desgana ante los vuelos de largo recorrido ha hecho resurgir el tema de la compensación. Atacado por su sugerencia de que debemos confiar en la ciencia para poner freno a las emisiones en oposición a la reducción de los viajes aéreos, Blair señaló rápidamente que el carbono emitido en su vuelo de vacaciones, junto con su otro viaje de trabajo, queda compensado por la inversión en proyectos verdes.
Para el año 2050, el gobierno espera conseguir una reducción del 60% en las emisiones de dióxido de carbono. Actualmente, la cantidad de carbono producida por la industria aeronáutica supone el 5,5% del total de emisiones del Reino Unido. Para el año 2050, las estimaciones sugieren que esta cifra estará próxima al 25%.
El gobierno es uno de los principales delincuentes cuando se trata de transporte aéreo. Unas investigaciones llevadas a cabo por los Demócratas liberales descubrieron que los vuelos utilizados por Tony Blair y los miembros de su gabinete emitieron casi 1.000 toneladas de carbono durante el último ejercicio económico. El gobierno señaló rápidamente que, desde hace un tiempo, han compensando las emisiones de carbono de sus vuelos. Pero, ¿es suficiente? Y, ¿nuestros propios esfuerzos compensarán las emisiones personales abordando el problema o simplemente dejándolo de lado para que lo solucionen las próximas generaciones?
¿Qué significa compensar? El hecho de compensar implica un proceso de neutralización de tus emisiones de carbono compensándolas en otro sitio. Por ejemplo, pagar a una empresa para que plante un árbol en tu lugar y a cuenta del dióxido de carbono (CO 2 ) que has emitido en un vuelo. En teoría, durante su ciclo vital, el árbol absorberá el CO 2 que has producido, haciendo que tu vuelo sea una forma de transporte sostenible y garantizando la reducción de tu huella de carbono.
Hay otras formas de equilibrar tu huella de carbono. Algunas empresas compran grandes cantidades de créditos de dióxido de carbono a organizaciones como Naciones Unidas que lleva a cabo proyectos sobre programas del cambio climático. Si compras créditos a estas empresas y no los utilizas, estás evitando que alguien los pueda utilizar.
Otra opción consiste en invertir en proyectos de energías renovables como parques eólicos o plantas energéticas por olas o solares. Estas formas de energía no producen dióxido de carbono. Además, puedes reducir las emisiones de carbono de otra parte del mundo contribuyendo a que tecnología como las bombillas de ahorro de energía lleguen a los países en vías de desarrollo.
¿Qué hay de malo en la compensación?Existen ciertos factores que hacen que la compensación no sea el método recomendado para combatir tu huella de carbono. Veamos por ejemplo el hecho de compensar tu vuelo a Extremo Oriente plantando un árbol. Es posible que el árbol no crezca, podría caer enfermo o lo podrían cortar unos años más tarde. Tampoco hay forma de saber si este árbol absorberá la misma cantidad de carbono que has emitido personalmente.
Otro problema que existe es que las empresas de compensación aún se encuentran en un estado muy poco avanzado y no hay ningún organismo oficial reconocible que controle sus esfuerzos. Actualmente, no hay ningún estándar que garantice que estas empresas estén realmente ofreciendo el servicio que se les ha pagado.
Finalmente, y lo más importante, el problema principal con la compensación es que no hace nada por cambiar la actitud de la gente hacia el medio ambiente. Si crees que está bien que tomes ese vuelo por que estás pagando una pequeña cantidad a una empresa de compensación, entonces tu sentido de la culpabilidad se apacigua y es difícil que tu comportamiento cambie.
¿Cuál es la solución?No me gustaría pensar que quien lea esto tenga la impresión de que estoy atacando la compensación sólo por que sí. La compensación es una práctica viable a corto plazo y es algo en lo que yo mismo estoy comprometido. El problema es que realmente tenemos que ir más allá.
La única forma de abordar el amenazante tema del cambio climático consiste en llevar a cabo un cambio radical de nuestra actitud hacia el medio ambiente. Esto implica ajustar nuestro comportamiento y perspectiva en consecuencia, algo que no se consigue de la noche a la mañana.
Para conseguirlo, la solución pasa por los mayores contaminadores. La industria, el gobierno y las grandes empresas deberían liderar el camino. Es verdad que podría incrementarse el precio de las tarifas aéreas para desanimar a los viajeros. Pero las empresas grandes pueden deducirse los impuestos de los viajes de negocios. Y teniendo en cuenta el precio de los combustibles en constante aumento, ¿puede decirse que haya menos coches en la carretera?
Un paso sencillo para las empresas puede ser la reducción de los viajes cortos en avión de sus empleados. Si el viaje es absolutamente necesario, pueden adoptarse otras opciones. Un viaje en Eurostar es una forma mucho más sostenible que un viaje en avión a París.
También existen tecnologías que permiten que colegas de trabajo y clientes de continentes distintos puedan llevar a cabo reuniones de trabajo en directo a través de Internet. Cuando empecé a escribir este artículo, la mayoría de las personas que están sentadas a mi lado estaban intentando febrilmente iniciar una reunión en directo con un formador de otra parte del país que enseñaría a unas veinte personas a utilizar un nuevo software. La verdad es que la confusión inicial para entrar en la reunión fue importante, pero tras cinco minutos todo el mundo ya estaba centrado y metido en la formación. Si todos hubieran estado en la misma habitación de la misma parte del país, se hubieran producido unas emisiones de CO 2 considerables.
Y luego, claro está, también cuenta el esfuerzo individual. A mí, como a todos los demás, no me gustaría tener que renunciar a mis vacaciones de este año. Pero también valoro que mis acciones pueden conllevar que las generaciones futuras no puedan disfrutar de los mismos paisajes. Por lo que intento al máximo cambiar mi actitud. Observo detenidamente lo que hago diariamente, desde la forma en la que viajo hasta la forma en la que visto. E iré de vacaciones este año aunque probablemente compensaré el vuelo. Pero antes de irme, voy a asegurarme de que me las he ganado.
Fuente:
liveearth.es.msn.com.
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